Friday 18 February 2011

Carta abierta a Claudia Ruiz, y a todos los que no son amigos de la marcha.

Bogota 18 de febrero de 2011

Carta abierta a Claudia Ruiz, y a todos los que no son amigos de la marcha.

Estimada colombiana, y queridos compatriotas.

La democracia se construye escuchando la contra parte, atendiendo con respeto y tratando de entender el punto del otro. Es por eso, que dignifico su columna con esta respuesta, pero no propiamente por su contenido Per se.
Querida compatriota, me tomare el tiempo para responder cada una de las preguntas que lanza de manera irónica, en nombre –espero- de todos quienes de alguna manera encontramos la propuesta de la marcha contra las FARC moralmente justa. Empecemos entonces.

En primer lugar, la marcha contra las Farc no es excluyente. Al igual que todos los Colombianos repudiamos profundamente los atroces crímenes de los paramilitares y el terrible e intoxicante narcotráfico de las Bacrim. No hacerlo seria una horrible traición con todos esos valientes guerreros de la fuerza publica que murieron combatiéndolos y que entregaron sus vidas y sus familias infiltrándolos. No obstante, personas como usted, minimizan los esfuerzos de quienes queremos la paz para este país con justicia, hablando con sarcasmos y poniendo a todo aquel que no este de acuerdo con la impunidad para las Farc dentro de la categoría de “extrema derecha”. Que Interesante seria, para confrontar su argumento, recopilar los testimonios de los jóvenes que vivieron en la zona de distensión, a quienes el “mono jojoy” les dictaba un código de vestimenta y presentación personal so pena de muerte. Pregunto yo ahora ¿quién representa mas una extrema derecha, un grupo de personas que quieren que se haga justicia con una banda criminal como las Farc, o los lideres de dicha organización que ponen como objetivo militar a todos quienes están en desacuerdo con ellos?
Mi estimada señora la respuesta a ¿por qué no marchamos contra los paramilitares? Es porque se hizo un proceso de paz con ellos y porque sus lideres están extraditados (por el gobierno del cual usted afirma son cómplices). Es obvio que como en todo proceso de paz, hay residuos; y uno de ellos es precisamente las Bacrim. Pero nuevamente le pregunto ¿qué es mas fácil de manejar a nivel policivo: Un ejercito armado de veinte mil hombres con un comando central unificado con ideología criminal compartida o varios grupos enemigos entre si, dedicados únicamente al narcotráfico? Considerando todos los recientes golpes contra las Bacrim la respuesta es a todas luces la segunda.
Sin embargo, la respuesta esta dada por la coyuntura. Marchamos contra las Farc porque cada vez que hablan de paz, se burlan del pueblo, usando los espacios que se les brinda para cometer nuevos actos de guerra –al mejor estilo de los fascistas japoneses-.Marchamos porque rechazamos que las Farc se hayan quedado con tan pocos argumentos que el único que les queda es comerciar con la vida humana. Marchamos porque al mejor estilo de los nazis –ultraderecha alemana- las Farc, ponen en segundo plano la vida y en primer plano sus intereses bélicos.
Marchamos contra las Farc, porque rechazamos precisamente la frase que usted menciona:

“Donde el respeto por la vida, la tolerancia y el orden comienzan por los gestos humanitarios”

Por que son frases como esas, las que no permiten que haya paz con justicia, en la medida en que se olvida que no es un acto humanitario entregar a un secuestrado, porque es un crimen de lesa humanidad que no debió cometerse en primer lugar. Si esta tentada a utilizar el argumento de la dinámica de la guerra y a usar la palabra “retenido”, y no secuestrado, le recomiendo que lea algún escrito sobre la “ética revolucionaria”, que los señores de las Farc parecen haber ignorado de sus propios ideólogos.

Por otro lado, al igual que usted esta en todo su derecho de hacer las criticas que su opinión le dicte sean pertinentes al diario “el colombiano”, dicho informativo, esta en todo su derecho de utilizar la postura editorial que le plazca. Es irónico que muchas veces las personas que mas defienden la libertad de expresión son las mas vehementes en criticar a aquellos medios que no piensan igual que ustedes. Estoy seguro que si reviso su archivo personal de blogs, encontrare uno dedicado a la defensa de la libertad de expresión “cuando conviene”.

Sin embargo, quiero a usted darle la razón en algo: Como ya lo han dicho y corregido los promotores de la marcha, no vamos a protestar contra la Señora (así Arismendi y su combo en Caracol insista en llamarla senadora) Piedad Córdoba , porque estamos en completo desacuerdo del tratamiento que le da a las liberaciones. Su interés político (para no entrar en otros detalles) es claro y su uso de las mercancías humanas para réditos politicos es algo que todos los que participamos en la marcha, rechazamos. No obstante, usted tiene razón, no vale la pena hacerle una marcha a ella, porque no necesita mas publicidad.

Por ultimo, estamos de acuerdo en que hay mas lados de la historia, pero bajo ninguna circunstancia hace menos verdadera la crueldad, frialdad y sevicia de las Farc. Calificar de Ignorantes a las personas que marchan contra las Farc, es insultar la memoria de los diputados asesinados en medio de la selva, muertos como mercancías de las Farc; es insultar a dos millones de desplazados: es insultar a todos y cada uno de los soldados y policías que murieron luchando hasta el ultimo suspiro para que usted pueda escribir su columna en paz. Calificarnos de ignorantes es casi como insinuar que el dañó de las Farc es irrelevante.

Claudia, no pretendo convencerla, sino expresarle que gracias al sacrificio de muchos hombres y mujeres de nuestra fuerza publica, y de innumerables muertos invisibles que caen día tras día en la guerra que las Farc siguen imponiendo en la sociedad colombiana contra su voluntad, puedo decir que después de casi dos décadas finalmente sentimos que vivimos en algo cercano al estado de derecho, por lo cual le reitero como un buen demócrata que respeto su opinión, pero que difiero profundamente de ella por las razones anteriormente expresadas.

Si se siente buena demócrata, la invitamos a un debate abierto, sin resentimientos ni odios, sino entre Colombianos, -cosa de la cual estoy seguro, usted esta de acuerdo- que queremos un país en paz y con justicia.

Por ultimo, quisiera hacer una mención especial a “el colombiano” por su apoyo a una causa popular, que sin duda, ya ha cambiado la perspectiva del conflicto en Colombia. –recuerden lo que dijeron los secuestrados acerca de la marcha…-

Jorge Monroy

Un Colombiano promedio, que espera que su voz represente a la de muchos otros.

Tuesday 15 February 2011

Del perdon y la debilidad.

Del perdon y la debilidad. -Cronica de lo indigno-


Parafraseando a Pablo Neruda, podría escribir los versos más tristes este día.
Hacía ocho años que no sentía dolor de patria. Para todos los colombianos la esperanza de un país en paz y mejor se había vuelto nuestra idea principal. La Seguridad democrática había logrado que casi se extinguieran las acciones terroristas de las Farc, mientras esta nueva confianza permitía que las personas pudieran nuevamente a ejercer sus derechos civiles que les había robado el narco-comunismo. Después de muchísimo tiempo, habíamos sentido por fin, que podríamos llegar a un proceso de paz serio en las condiciones del estado, aprovechando la balanza y el poder que genera la posición en el campo de batalla. Los paros indígenas y camioneros que taponaban las ciudades haciendo ensayos terroristas eran cosa del pasado, y el país empezaba a guiarse hacia un camino de prosperidad negada por tantos años por los narco-comunistas, los narco-nazis o los narcos sin apellido. Después de tantos años, la seguridad democrática, -habíamos creído- se había vuelto política de estado y no de gobierno.

En ese contexto, las elecciones dieron al pueblo luces de esta idea. No hubo un solo candidato –ni siquiera Petro- que se alejara de la idea de continuar la mano dura y la presión militar al grupo terrorista FARC. Juan Manuel Santos, se presentaba como un humilde seguidor de las ideas de Uribe: rompía vehemente cartas de amenaza de las farc, arengaba el nombre de Uribe mientras la concurrencia gritaba enardecida y reclamaba como suyos los éxitos en la cartera de defensa. Es preciso aclarar, que yo vote por Vargas Lleras en la primera vuelta, y en blanco en la segunda. Juan Manuel Santos tenia ya un largo historial de darle la espalda a aquellos que en su momento le habían dado de comer, y aquellos gobiernos de los cuales había hecho parte.
Con ese discurso ganó la presidencia en medio de vítores del uribísmo, quien pensó –equivocadamente- que había sido reelegida la seguridad democrática. Sin embargo, tan solo unas horas después de haberse posesionado le dio la espalda a las fuerzas militares y al pueblo colombiano que tan valientemente habían soportado el bloqueo económico de Hugo Chávez, al reunirse con el y recomponer las relaciones sin contraprestación alguna. Afirmo esto, porque el dinero que Hugo Chávez le debe a Colombia no es bajo ninguna circunstancia para todos aquellos valientes guerreros que resistieron el ataque chavista, es decir, los vendedores de las pequeñas tiendas en la frontera y las personas de a pie que durante años habían vivido de la relación con ese país hermano, sino, para algunos grandes grupos industriales. Por otro lado en términos de las Farc, no se arregló nada. En un segundo invalido la política de su predecesor, a cambio de la promesa vacía del dinero que aun no le han pagado.

Son innumerables los otros ejemplos de política en la cual simplemente le dio la espalda a su antecesor. Sin embargo, la seguridad, es el tema que inspira este blog. Para las Farc es costumbre recibir los nuevos gobiernos “midiéndoles el aceite”. Es preciso recordar que Álvaro Uribe fue recibido con morteros. Sin embargo, de la mano esa humilde y valiente heroína Marta Lucia Ramírez, la respuesta fue contundente. Juan Manuel Santos por su parte, no fue la excepción. Las Farc empezaron con una gran contra ofensiva, mientras en medio de críticas se dio de baja al mono jojoy. Pero no nos engañemos, a solo dos meses de la salida de Álvaro Uribe Vélez, esta operación había sido planeada por lo menos con dos años de anticipación. Las Farc lo entendieron, y continuaron con su campaña de contraofensiva que dejo noticias diarias desde el comienzo de febrero y que no han cesado hasta hoy. La respuesta de Juan Manuel no fue contundente. Precisamente por eso, las Farc lanzaron su mas ambicioso plan en ocho años; su operación anti jaque.

Las liberaciones unilaterales –como lo menciono en el blog anterior- buscan transmutar el concepto del secuestro usando con tanta frecuencia la palabra “humanitario” que las personas tienden a creer que el proceso de liberación, debe hacerse a toda costa.
En este contexto, este grupo terrorista anuncio las liberaciones de unos hombres, y exigiendo protocolos de seguridad completamente histriónicos incumplió los pactos y no entrego a los secuestrados en las coordenadas que ofreció, mientras en ese exacto momento secuestraba más ciudadanos colombianos. Al mismo tiempo, los servicios de inteligencia colombianos y la sabiduría popular alertaban que habían utilizado el movimiento para transportar heridos y el facilitar el escape de Cano del cañón de las hermosas.
Sin duda alguna el engaño es gigantesco. Usando la única mercancía con la que las Farc saben negociar, la vida humana. Usaron el dolor de las familias para propósitos terroristas. Vidas que no les importan en lo mas mínimo, mientras seguian demostrando que una negociación con ellos en condiciones diferentes a la victoria militar por parte del estado, no es posible porque jamás han buscado generar confianza.

En ese contexto, Juan Manuel decide –inexplicablemente- continuar con el proceso, para posar de humanitario y afirmar a todas voces que entiende profundamente a las familias y que lo hace por ellos, mientras en silencio solo lanza suaves diatribas contra las Farc, que solo el oye. Los terroristas lo han medido y lo han encontrado débil. Y no me malinterpreten, la liberación de todos los secuestrados y el dolor de las familias es algo que me desgarra el alma, al igual que a todos los colombianos y a todos los Uribistas, sin embargo, los terroristas han logrado crear en Colombia el falso debate entre Dialogo y rescate militar, Cuando el estado no tiene ninguna otra obligación con los secuestrados, que movilizar a toda la fuerza publica para su rescate a toda costa. Si bien el dialogo es una opción, el rescate militar es una obligación que el estado tiene –por constitución- con los secuestrados.
Pero las Farc se salió con la suya, y Juan Manuel los perdonó. Su mensaje de debilidad les dará valentía para comenzar su fase de reconstrucción; obtuvieron exactamente lo que necesitaban y se les negó durante ocho años, un respiro.
Al perdonar el escape de Cano, Juan Manuel Santos no solo le dio la espalda a Álvaro Uribe, cuyo nombre se jactaba de arengar en su campaña, sino a todo el pueblo que le dio un mandato muy claro: “continuismo de la seguridad democrática”; aun mas terrible: en la ofensiva contra Cano, cuántos valientes soldados no perdieron la vida pagando con ella el sueño del final de la guerra?; cuanto esfuerzo de nuestra heroica fuerza publica se perdió en un instante de debilidad?; donde queda la moral de batalla que es nuestro principal activo en la balanza del conflicto?. Todas estas preguntas hacen doler la patria en el corazón después de tantos años de orgullo . Juan Manuel Santos no comprendió que cualquier debilidad con el secuestro nos vuelve a convertir a todos en objetivos militares, cuarenta millones de habitantes ahora tenemos que volver a escapar de las carreteras a evitar los viajes y cambiar a diario de rutas, pues el repunte del secuestro es simplemente inevitable cuando se asume la debilidad como política de estado. En nombre de los hombres que dieron la vida tratando de acabar tanto la guerra como las Farc en el cañón de las hermosas, no puedo perdonar a Santos su decisión de continuar con las liberaciones y de permitirle a las Farc el espectáculo de vidas humanas propiciado por la señora Piedad Córdoba y el señor Iván Cepeda. Hoy al igual que Juan Manuel hizo con Álvaro Uribe y el pueblo colombiano, le daré la espalda.